lunes, 31 de diciembre de 2012
Extracto de artículo en Babelia sobre Hopper escrito por Guillermo Solana.
"Hopper es el forjador de un mundo que contiene muchos mundos. Hopper fascina al público, Hopper nos fascina, porque lo que la mayoría del público busca en la pintura, como en la novela y en el cine, es precisamente eso, un mundo, un espacio habitable, una ventana a través de la cual asomarnos a otras vidas, y la posibilidad de vivir esas vidas imaginariamente y la esperanza de que finalmente nuestra propia existencia, con toda grisura, se convierta súbitamente en otra cosa."
domingo, 23 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
SUEÑO NEOLÍTICO
Lo que antes eran simples piedras amontonadas o ligeramente alineadas o desgastadas, ahora empezaban a ser parte de un mundo que había permanecido en silencio más de 5.000 años.
Caminando iba entrando en territorios en los que comenzaba a descubrir pistas que el tiempo no parecía haber borrado del todo. Ayudado de la documentación apropiada las pistas se iban haciendo cada vez más evidentes y todo aquello me iba hablando con más claridad al igual que un diccionario me aporta el significado de palabras que anteriormente desconocía. Ayudado también de la imaginación y como no, de la intuición, parte de una civilización Neolítica se me presentaba en forma casi como un sueño, en unos montes cercanos a mi localidad.
Todo, como un ensamblaje iba tomando un cuerpo coherente, las piezas parecían ir encajando.
Acabé familiarizándome casi con cada piedra sospechosa de haberse utilizado como posible elemento de algún dolmen, quizá de algún ritual, de simples señales de territorios de clanes, de túmulos, de posibles viviendas y todo lo que pertenecía a ese complejo mundo que hasta entonces yo solo identificaba o englobaba con el nombre genérico de prehistoria.
La intuición cada vez se hacía más afilada y consciente de ello me dejaba arrastrar como el que deriva sin más propósito de que le hable el paisaje, de escuchar sus señales sumergiéndose en esa paz que encuentra uno en el caminar en soledad o en compañía de su perro por la naturaleza.
Casi como el que descifra una clave parecía haberse abierto o encendido una intrincada red de lugares en un mapa que empezaba a desvelar sus coordenadas. Y que antes parecía haber estado apagado en otro plano fuera de nuestros ojos despreocupados.
Frente a aquella magnitud que todo iba tomando me iba preguntando como sería la forma que tomaría todo aquello, si tal vez debería dar la voz de alarma… olvidarme de aquello y verlo como una coincidencia… o dejarlo todo como una grata experiencia… ¿o tal vez formar parte de ello de una forma más intensa y especial y acabar de involucrarme del todo y sacarle la mejor partida?…
No fue difícil el decantarse por la fotografía, siendo esta, la forma más silenciosa y tal vez y sin duda la que más se adaptaba a mi personalidad y mi experiencia.
La idea era tomar la cámara y poder ir registrando esas señales, y que como en un sueño ese paisaje gracias a la fotografía tal vez podría ir desvelando parte de su misterio, como una proyección de imágenes que en el mejor de los casos mostraría alguna señal más clara sobre aquellos hombres, sobre sus vidas, sobre su relación con el entorno, sobre sus miedos, sobre sus sueños, sobre su magia, y desvelar algo oculto para que luego vuelva a ser oculto, casi como leer un mensaje y volverlo a cerrar y olvidarlo quedándose tan solo en una impronta, en una pista, sin intención de desvelar, si no de participar de aquello y que entre a formar parte de ti como una esencia, como un sueño.
Después de finalizado este paso del proyecto fotográfico, ¿cuál sería el siguiente ? ¿quién tomaría el mando? ¿con que intenciones? O simplemente se quedaría ahí como una pulsión, olvidado de nuevo, entre la niebla, entre ese silencio que lo había ido postergando a lo largo de tantos años.
Supuse… que después de mi vendría el arqueólogo, que como un cirujano abriría la tierra como se abre la carne, para ver, después valorar, documentar, y luego extirpar
Suscribirse a:
Entradas (Atom)