claro en el bosque
sábado, 5 de enero de 2013
Extracto de artículo en Babelia sobre el arquitecto Antón García-Abril.
...En casi todos sus proyectos hay
un acto de desafío directo. A reglas, a normas, a maneras convencionales de hacer las cosas. " Si no desafías lo que se te va presentando, no puedes avanzar", afirma. "Nuestra existencia está tan constreñida a lo que el mundo dice sobre cómo tenemos que ser y actuar, que si no hay un desafío frontal, limpio y profundo, es difícil avanzar. El desafío no es a las personas, es a las creencias, los hábitos, las actitudes, la industria..."
lunes, 31 de diciembre de 2012
Extracto de artículo en Babelia sobre Hopper escrito por Guillermo Solana.
"Hopper es el forjador de un mundo que contiene muchos mundos. Hopper fascina al público, Hopper nos fascina, porque lo que la mayoría del público busca en la pintura, como en la novela y en el cine, es precisamente eso, un mundo, un espacio habitable, una ventana a través de la cual asomarnos a otras vidas, y la posibilidad de vivir esas vidas imaginariamente y la esperanza de que finalmente nuestra propia existencia, con toda grisura, se convierta súbitamente en otra cosa."
domingo, 23 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
SUEÑO NEOLÍTICO
Lo que antes eran simples piedras amontonadas o ligeramente alineadas o desgastadas, ahora empezaban a ser parte de un mundo que había permanecido en silencio más de 5.000 años.
Caminando iba entrando en territorios en los que comenzaba a descubrir pistas que el tiempo no parecía haber borrado del todo. Ayudado de la documentación apropiada las pistas se iban haciendo cada vez más evidentes y todo aquello me iba hablando con más claridad al igual que un diccionario me aporta el significado de palabras que anteriormente desconocía. Ayudado también de la imaginación y como no, de la intuición, parte de una civilización Neolítica se me presentaba en forma casi como un sueño, en unos montes cercanos a mi localidad.
Todo, como un ensamblaje iba tomando un cuerpo coherente, las piezas parecían ir encajando.
Acabé familiarizándome casi con cada piedra sospechosa de haberse utilizado como posible elemento de algún dolmen, quizá de algún ritual, de simples señales de territorios de clanes, de túmulos, de posibles viviendas y todo lo que pertenecía a ese complejo mundo que hasta entonces yo solo identificaba o englobaba con el nombre genérico de prehistoria.
La intuición cada vez se hacía más afilada y consciente de ello me dejaba arrastrar como el que deriva sin más propósito de que le hable el paisaje, de escuchar sus señales sumergiéndose en esa paz que encuentra uno en el caminar en soledad o en compañía de su perro por la naturaleza.
Casi como el que descifra una clave parecía haberse abierto o encendido una intrincada red de lugares en un mapa que empezaba a desvelar sus coordenadas. Y que antes parecía haber estado apagado en otro plano fuera de nuestros ojos despreocupados.
Frente a aquella magnitud que todo iba tomando me iba preguntando como sería la forma que tomaría todo aquello, si tal vez debería dar la voz de alarma… olvidarme de aquello y verlo como una coincidencia… o dejarlo todo como una grata experiencia… ¿o tal vez formar parte de ello de una forma más intensa y especial y acabar de involucrarme del todo y sacarle la mejor partida?…
No fue difícil el decantarse por la fotografía, siendo esta, la forma más silenciosa y tal vez y sin duda la que más se adaptaba a mi personalidad y mi experiencia.
La idea era tomar la cámara y poder ir registrando esas señales, y que como en un sueño ese paisaje gracias a la fotografía tal vez podría ir desvelando parte de su misterio, como una proyección de imágenes que en el mejor de los casos mostraría alguna señal más clara sobre aquellos hombres, sobre sus vidas, sobre su relación con el entorno, sobre sus miedos, sobre sus sueños, sobre su magia, y desvelar algo oculto para que luego vuelva a ser oculto, casi como leer un mensaje y volverlo a cerrar y olvidarlo quedándose tan solo en una impronta, en una pista, sin intención de desvelar, si no de participar de aquello y que entre a formar parte de ti como una esencia, como un sueño.
Después de finalizado este paso del proyecto fotográfico, ¿cuál sería el siguiente ? ¿quién tomaría el mando? ¿con que intenciones? O simplemente se quedaría ahí como una pulsión, olvidado de nuevo, entre la niebla, entre ese silencio que lo había ido postergando a lo largo de tantos años.
Supuse… que después de mi vendría el arqueólogo, que como un cirujano abriría la tierra como se abre la carne, para ver, después valorar, documentar, y luego extirpar
martes, 27 de noviembre de 2012
" Suave patria"...para sueño neolítico.
Extracto del artículo del PAÍS de Gustavo Martín Garzo titulado "Suave patria". Y posible interés para el trabajo de SUEÑO NEOLÍTICO.
_...López Velarde es, sin embargo uno de los escritores más cautivadores de nuestra lengua. Vida cotidiana y poesía se confunden en su obra. "Solo una cosa sabemos, escribió, el mundo es mágico". EL mundo es mágico ya que está animado por el deseo. El valor de las cosas es su vivacidad.
...En Zacatecas, muy cerca de Jerez, está el museo de máscaras de Rafael Coronel, un pintor que entregó parte de su vida a formar una de las más bellas colecciones de máscaras que existe en el mundo. El museo está en un monasterio del que solo se ha rehabilitado una parte. Sorprende adentrarse entre las ruinas hasta llegar a las salas donde nos esperan las máscaras. No están ordenados con criterios antropológicos, ni de época, sino con caprichoso amor, como corresponde a una colección personal. Son inquietantes y tiernas a la vez. Hablan de un mundo perdido y en ellas todo se mezcla: muertos y vivos, indios y colonos, animales y hombres, moros y cristianos, niños y viejos, demonios y ángeles. " Lo bello", escribió Antonio Porchia, "se halla removiendo escombros". Tal es la belleza que hay en ese lugar, la belleza de la vida que alienta las ruinas. No es posible contemplar estas máscaras sin sentirse conmovido por su belleza. Representan todo lo que de incumplido hay en nuestro corazón, todo lo que hemos perdido y pide regresar a nosotros. Su reino es el de esa suave patria cantada por López Velarde en que "las cantadoras de las fieras" y "los bailadores de jarabes" acuden en nuestra ayuda para "agudizar nuestro ingenio, ahondar nuestra percepción e iluminar nuestra capacidad de razonar".
Me pregunto si entre nosotros aún es posible un lugar así. Esa sería nuestra verdadera patria, la única que merecería la pena salvar. Un lugar complejo, amigable y lírico, al que raras veces las ideas y las tareas cotidianas de la política actual hacen justicia. Un lugar modulado en nuestros sueños "al golpe cadencioso de las hachas/ entre risas y gritos de muchachas/ y pájaros de oficio carpintero". Un lugar como la balsa de Huck y Jim, tan ajeno a los delirios de la identidad como la arrogancia de tantos viajeros. Porque ¿acaso hay un sentimiento más absurdo que el orgullo cuando se va en una balsa que nadie sabe adónde se dirige?.( referido esto último a Huck y Jim de la novela de Mark Twain)
miércoles, 4 de julio de 2012
Análisis del libro “Reinventarse” de Mario Alonso Puig.
* La motivación, la verdadera motivación es la base de la que partir para hacer aflorar lo que permanece oculto en nuestro interior y cambiar.
* Conocer los orígenes de nuestras emociones nos prepara el camino para poder gestionarlas después.
* Sin saberlo, las convicciones que nos limitan se fraguan sin enterarnos, trabajando estas por debajo del plano consciente.
* La consciencia es el ojo, y esta necesita de la atención, que es la luz para descubrir aquello que estaba cubierto o velado.
* Una de las claves está en prestar más atención a nuestras sensaciones y menos a lo que pensamos que suele ser lo normal, y así estas sensaciones podríamos enmarcarlas dentro de la intuición.
* Aparte de la motivación, el valor y el coraje también son importantes para adentrarse en ese espacio inconsciente y descubrir nuestras conductas automáticas y nuestro verdadero potencial.
* El consciente es como el capitán del barco velero y el inconsciente el viento que impulsa las velas, con lo cual el capitán debe aprender a entender el viento si quiere llegar a algún sitio.
* Debemos trascender esos automatismos que solo traen escasez y sufrimientos, automatismos o reacciones que se deben sustituir por respuestas elegidas para sentirnos libres interiormente.
* Destacar dos planos de percepción en los que nos movemos y necesitamos movernos, el de lo que parece que es y el de lo que realmente es. Consciente e inconsciente.
* Descubrimos lo que previamente estaba velado cuando aceptamos el momento presente trascendiendo nuestros límites mentales.
* Abrir puertas en lugar de cerrarlas a base de prestar más atención a lo que hacemos. Se trata de una atención que no juzga, potenciando así la capacidad de observación.
* Cuidado del cuerpo, (el cuerpo es el inconsciente) cuidamos la mente, y cuando cuidamos la mente cuidamos el cuerpo.
* Vivir atrapado en una personalidad determinada también deja a uno recluido a abrirse y se queda encerrado como en una caja sin darse cuenta de ello, llamada esta “zona de confort”.
* Hay que ser consecuentes con nosotros mismos y en lugar de criticarnos o acusarnos y hacer leña del arbol caído, (que esto no llevará a cambiar nada) hay que sustituir la vergüenza y la culpa por el ejercicio de la responsabilidad y la compasión. Aprender a perdonarse.
* Creamos conductas de comportamiento o patrones automáticos malos para evitar el dolor y cubrir nuestras necesidades, estos patrones no son simples ideas mentales sino que son auténticas redes neuronales que involucran al cuerpo en nuestro detrimento.
* Aferrarnos a nuestro pasado parece darnos una sensación solida de identidad y sin embargo ese pasado está colándose en nuestro futuro cercenándonos así a aspirar a nuevos horizontes.
* Nuestro cerebro está mucho más posicionado en evitar el dolor que en buscar la recompensa y, por eso, cuando intuimos que va a haber sufrimiento, solemos parar en seco y echar a correr.
* La idea de aceptar el problema, una mala experiencia, un suceso acaecido es mucho más importante que resignarse. Aceptar es acción, responsabilidad y consciencia, la resgnación es inacción dolorosa.
* Nos parece que en el vacío y el silencio no existe nada y, por eso, se nos antoja absurdo dedicar parte de nuestro ya escaso tiempo a desarrollar la capacidad de parar nuestros pensamientos y quedarnos en silencio.
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